Hallar el C.I. de un adolescente de 15 años y medio que presenta una edad mental tres años por debajo de su edad cronológica:
a) 77
b) 92
c) 71
d) 84
e) 80
Resolución:
Para resolver este ejercicio, primero debemos entender qué es el Cociente Intelectual (C.I.) y cómo se calcula. El Cociente Intelectual es una medida que intenta cuantificar la inteligencia de una persona en relación con su grupo de edad. Tradicionalmente, el C.I. se calcula utilizando la fórmula de William Stern, que luego fue popularizada por Lewis Terman en la prueba de inteligencia Stanford-Binet. La fórmula clásica para calcular el C.I. es:
C.I. = (Edad Mental / Edad Cronológica) x 100
En este caso, tenemos un adolescente de 15 años y medio, lo que se puede expresar como 15.5 años de edad cronológica. Sin embargo, su edad mental es tres años menos que su edad cronológica. Por lo tanto, su edad mental será:
Edad Mental = Edad Cronológica - 3 = 15.5 - 3 = 12.5 años
Ahora que tenemos tanto la edad mental como la edad cronológica, podemos sustituir estos valores en la fórmula del C.I.:
C.I. = (Edad Mental / Edad Cronológica) x 100 = (12.5 / 15.5) x 100
Realicemos el cálculo:
C.I. = (12.5 / 15.5) x 100 = 0.8065 x 100 ≈ 80.65
Redondeando a un número entero, obtenemos que el Cociente Intelectual del adolescente es aproximadamente 81. Sin embargo, debemos observar las opciones proporcionadas para encontrar la que más se acerque al resultado calculado. Las opciones son:
a) 77
b) 92
c) 71
d) 84
e) 80
La opción que más se aproxima al resultado de 80.65 es la opción e) 80. Por lo tanto, la respuesta correcta es: e) 80
Es importante destacar que el C.I. es solo una medida de inteligencia y no captura todas las capacidades cognitivas o habilidades de una persona. Además, la inteligencia es multidimensional, y pruebas como estas pueden no reflejar el potencial completo de un individuo.
En el contexto educativo y psicológico, es fundamental tratar el tema del C.I. con sensibilidad, especialmente en adolescentes. La percepción de la inteligencia puede influir en la autoestima y el rendimiento académico. Por lo tanto, comprender que el C.I. es solo una parte de la evaluación de la inteligencia puede ayudar a equilibrar las expectativas y motivar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades en áreas diversas.
Finalmente, es crucial que los educadores y psicólogos utilicen el C.I. como una herramienta entre muchas otras para comprender y apoyar el desarrollo cognitivo de los estudiantes, en lugar de ser un único indicador del potencial de un individuo. La inteligencia emocional, la creatividad, las habilidades prácticas y sociales son igualmente importantes para el éxito y el bienestar general.