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Ejercicio N° 03

Lesson 3/60 | Tiempo de estudio: 5 Min

La guerra que organizaron los chilenos contra el Perú en 1838 fue denominada ………………

a) Campañas regeneradoras

b) Campañas a puertos intermedios

c) Corrientes libertadoras

d) Campañas restauradoras

e) Guerra de sucesión


Resolución:


La guerra que organizaron los chilenos contra el Perú en 1838 fue denominada "Campañas restauradoras". Esta confrontación se enmarca en el contexto de la Confederación Peruano-Boliviana, un periodo complejo y crucial en la historia de ambos países.

Para entender completamente este conflicto, es necesario situarnos en el contexto histórico de esa época. En 1836, Andrés de Santa Cruz, un militar y político boliviano, logró concretar un ambicioso proyecto político: la Confederación Peruano-Boliviana. Esta entidad estaba compuesta por tres estados: el Estado Nor-Peruano, el Estado Sur-Peruano y la República de Bolivia. La Confederación buscaba unir política y económicamente a estas regiones, creando una fuerza regional que pudiera contrarrestar las influencias externas y promover el desarrollo interno.

Sin embargo, la creación de la Confederación no fue bien recibida por todos. En Perú, había una fuerte oposición interna, especialmente entre los sectores conservadores y liberales que veían en Santa Cruz una amenaza a la soberanía peruana. Además, Chile y Argentina también se oponían a la Confederación. Para Chile, la Confederación representaba una potencial amenaza geopolítica y económica en la región, ya que podría alterar el equilibrio de poder en el Pacífico Sur y afectar sus intereses comerciales.

En 1837, la tensión entre la Confederación y Chile culminó en la declaración de guerra. La situación se agravó cuando el gobierno chileno, encabezado por el presidente José Joaquín Prieto y su ministro Diego Portales, decidió intervenir militarmente para disolver la Confederación. El conflicto se desarrolló en varias etapas, conocidas en conjunto como las "Campañas Restauradoras". Este nombre se debe a que Chile y los opositores peruanos pretendían restaurar el orden previo a la creación de la Confederación, es decir, restablecer la independencia y la soberanía de los estados peruano y boliviano por separado.

La primera campaña restauradora comenzó en 1837, cuando una expedición chilena desembarcó en el puerto de Islay, en el sur del Perú. Sin embargo, esta primera iniciativa no tuvo éxito y enfrentó varios obstáculos, incluyendo la resistencia local y problemas logísticos.

La segunda campaña restauradora, en 1838, fue más organizada y contó con un mayor apoyo. En esta ocasión, la expedición chilena, liderada por el general Manuel Bulnes, logró establecer una alianza con los opositores peruanos, quienes consideraban a Santa Cruz un dictador y un usurpador. Este esfuerzo conjunto culminó en la decisiva Batalla de Yungay, librada el 20 de enero de 1839. La victoria de las fuerzas chilenas y peruanas opositoras en Yungay marcó el fin de la Confederación Peruano-Boliviana.

La disolución de la Confederación tuvo varias consecuencias. En Bolivia, Santa Cruz fue destituido y exiliado, y el país entró en un periodo de inestabilidad política. En Perú, la caída de la Confederación significó el restablecimiento de la república independiente, aunque también dio paso a una serie de conflictos internos que marcarían las décadas siguientes.


En resumen, la guerra que organizaron los chilenos contra el Perú en 1838, conocida como las "Campañas Restauradoras", fue un conflicto que tuvo profundas implicaciones para la región andina. La intervención chilena, junto con la oposición interna peruana, llevó a la disolución de la Confederación Peruano-Boliviana y reconfiguró el mapa político de Sudamérica en la primera mitad del siglo XIX.