El fracaso de la Confederación Perú-Boliviana significó principalmente para Chile:
a) La consolidación de su clase dominante y el robustecimiento del Estado
b) Su inscripción en la órbita económica inglesa
c) El fin del orden y la paz institucional reinante en ese país
d) La acentuación del regionalismo y el desarrollo de la oligarquía provinciana
e) El fin de las perturbaciones políticas
Resolución:
Para abordar adecuadamente la pregunta sobre el impacto del fracaso de la Confederación Perú-Boliviana en Chile, es esencial proporcionar un contexto histórico detallado sobre la formación, desarrollo y eventual disolución de dicha Confederación, así como sus repercusiones en la región.
La Confederación Perú-Boliviana fue un proyecto político impulsado por el mariscal Andrés de Santa Cruz, quien buscaba unir los territorios de Perú y Bolivia en una sola entidad política para fortalecer su posición en el contexto sudamericano. Esta Confederación se constituyó en 1836 y estuvo dividida en tres estados: el Estado Nor-Peruano, el Estado Sur-Peruano y el Estado Boliviano, todos bajo la presidencia de Santa Cruz.
El surgimiento de la Confederación generó una serie de tensiones y conflictos en la región. Muchos países sudamericanos veían con recelo esta unión, especialmente Chile y la Argentina, que consideraban a la Confederación como una amenaza a su equilibrio de poder y estabilidad regional. Chile, en particular, se preocupaba por la posibilidad de que la Confederación pudiera ejercer un control hegemónico en la región del Pacífico Sur y afectar sus intereses comerciales y políticos.
La intervención chilena en la Confederación Peruano-Boliviana comenzó a gestarse cuando el gobierno chileno, encabezado por el presidente Joaquín Prieto, decidió tomar medidas en contra de la Confederación. En 1837, Chile declaró la guerra a la Confederación, aliándose con los opositores peruanos liderados por el general Ramón Castilla y el almirante Miguel Grau Seminario. Esta alianza tenía el objetivo de derrocar a Santa Cruz y disolver la Confederación.
La guerra se desarrolló en varias etapas, con una serie de enfrentamientos tanto en tierra como en mar. La batalla decisiva de este conflicto fue la Batalla de Yungay, librada el 20 de enero de 1839, en la cual las fuerzas chileno-peruanas derrotaron a las tropas de Santa Cruz. Esta derrota marcó el fin de la Confederación Peruano-Boliviana y el regreso de Perú y Bolivia a su status quo anterior, como dos naciones independientes y separadas.
El fracaso de la Confederación tuvo varias consecuencias significativas para Chile:
a) La consolidación de su clase dominante y el robustecimiento del Estado. La victoria en la guerra contra la Confederación fortaleció el prestigio del gobierno chileno y consolidó la posición de su clase dirigente. Esto permitió a Chile afianzar su autoridad interna y proyectar una imagen de estabilidad y poder en la región.
b) Su inscripción en la órbita económica inglesa. La estabilidad política y la victoria militar reforzaron la posición de Chile como un socio comercial confiable para el Reino Unido, lo que promovió inversiones y comercio con Inglaterra.
c) El fin del orden y la paz institucional reinante en ese país. Esta opción es incorrecta, ya que la victoria en la guerra en realidad contribuyó a la estabilidad interna de Chile.
d) La acentuación del regionalismo y el desarrollo de la oligarquía provinciana. Aunque esta opción menciona el desarrollo de la oligarquía, no es la consecuencia principal del fracaso de la Confederación para Chile.
e) El fin de las perturbaciones políticas. La derrota de la Confederación y la victoria en la guerra efectivamente trajeron un período de mayor estabilidad política para Chile, permitiendo al gobierno centrarse en el desarrollo interno sin la amenaza de una potencia regional en sus fronteras.
En resumen, la opción más adecuada es la a) La consolidación de su clase dominante y el robustecimiento del Estado, ya que la victoria en la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana fortaleció la posición del gobierno chileno, consolidó su clase dirigente y robusteció el Estado, permitiendo a Chile proyectar una imagen de estabilidad y poder en la región del Pacífico Sur.