La política económica exterior adoptada por los confederacionistas afectó los intereses comerciales de ………………
a) La sierra sur
b) Inglaterra
c) Chile y Argentina
d) La costa norte
e) EE.UU.
Resolución:
Para entender cómo la política económica exterior adoptada por los confederacionistas afectó los intereses comerciales de ciertos países, primero debemos sumergirnos en el contexto histórico de la Confederación Peruano-Boliviana. Esta entidad política fue una unión entre Perú y Bolivia que existió entre 1836 y 1839 bajo el liderazgo de Andrés de Santa Cruz, un militar y político boliviano que ejerció un rol fundamental en su formación.
La Confederación se estableció en un período de gran inestabilidad política y económica en América del Sur. Santa Cruz, quien ya había sido presidente de Bolivia, vio en la unión con Perú una oportunidad para fortalecer ambas naciones frente a las amenazas y desafíos regionales. La Confederación se constituyó en tres estados: el Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano y Bolivia, con Santa Cruz como Supremo Protector.
Desde el punto de vista económico, Santa Cruz implementó diversas reformas destinadas a modernizar y estabilizar la economía. Estas políticas incluyeron la mejora de la infraestructura, la estandarización de las leyes comerciales y aduaneras, y la promoción de las exportaciones de recursos naturales, como la plata y el guano, que eran productos de gran demanda en el mercado internacional.
Sin embargo, estas políticas también afectaron los intereses de ciertos países vecinos y potencias extranjeras. En particular, la Confederación Peruano-Boliviana representaba una amenaza directa para Chile y Argentina. La razón principal de esta amenaza radicaba en el potencial económico y militar que una unión de esta naturaleza podría alcanzar. Si la Confederación lograba consolidarse, podría llegar a dominar el comercio en la región del Pacífico Sur, afectando gravemente a los intereses comerciales de Chile y Argentina.
Chile, en especial, veía con recelo el crecimiento económico de la Confederación, ya que temía que esta unión pudiera monopolizar el comercio marítimo y las exportaciones de minerales, especialmente porque la producción de plata en Bolivia era de gran importancia económica. Además, Santa Cruz implementó políticas arancelarias que favorecían a la Confederación, lo cual perjudicaba el comercio chileno.
Por otro lado, Argentina tenía sus propios motivos para oponerse a la Confederación. Durante este período, Argentina estaba bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, quien tenía una visión expansionista y quería asegurarse de que ninguna otra potencia regional se convirtiera en una amenaza para sus propios intereses. La posibilidad de que la Confederación se convirtiera en una fuerza dominante en la región andina y del Pacífico era inaceptable para Rosas, quien veía en Santa Cruz a un rival peligroso.
El choque de intereses llevó a Chile y Argentina a formar una alianza para desestabilizar y eventualmente disolver la Confederación. Esta alianza se materializó en acciones militares y diplomáticas que culminaron en la Guerra contra la Confederación, que se desarrolló entre 1837 y 1839. Finalmente, la Confederación fue derrotada en la Batalla de Yungay en 1839, lo que resultó en su disolución y el retorno de Perú y Bolivia a su situación de países independientes.
En resumen, la política económica exterior adoptada por los confederacionistas afectó los intereses comerciales de Chile y Argentina. Estos países veían en la Confederación una amenaza para su propio desarrollo económico y su influencia en la región, lo que llevó a una coalición que finalmente resultó en la disolución de la Confederación. Esta rivalidad y conflicto tuvieron un impacto duradero en las relaciones políticas y económicas de América del Sur en el siglo XIX.