La venta del guano a través de las consignaciones se inicia con ………………
a) José Balta
b) Ramón Castilla
c) Ignacio de Vivanco
d) Manuel Pardo
e) Agustín Gamarra
Resolución:
La venta del guano a través de las consignaciones se inicia con Ramón Castilla.
Para entender el contexto histórico de esta afirmación, es esencial remontarnos a la situación del Perú en el siglo XIX. El país había obtenido su independencia en 1821, pero los primeros años de la república fueron caóticos y marcados por inestabilidad política y económica. Fue en este contexto que el descubrimiento y explotación del guano se convirtió en un factor crucial para el desarrollo económico del Perú.
El guano, un fertilizante natural altamente rico en nitrógeno, fósforo y potasio, se encontraba en grandes cantidades en las islas del litoral peruano. Este recurso natural tenía una demanda creciente en Europa y América del Norte, donde la agricultura y la revolución industrial requerían fertilizantes para aumentar la productividad agrícola.
Ramón Castilla, quien asumió la presidencia del Perú en varias ocasiones, fue una figura clave en la historia del país. Durante su primer mandato (1845-1851), Castilla reconoció el potencial económico del guano. En 1849, su gobierno implementó un sistema de consignaciones para la venta de este recurso. Este sistema consistía en entregar la administración y venta del guano a consignatarios, que eran empresarios privados nacionales y extranjeros. A cambio, estos consignatarios adelantaban al Estado peruano una suma de dinero y se encargaban de la comercialización y exportación del guano. Este sistema permitió al Estado obtener ingresos inmediatos y asegurarse de que el guano llegara a los mercados internacionales.
El sistema de consignaciones tenía varias ventajas. En primer lugar, permitía al gobierno peruano acceder a fondos sin necesidad de esperar a la venta directa del guano. En segundo lugar, los consignatarios, al ser empresarios con experiencia en el comercio internacional, estaban en una posición favorable para maximizar las ganancias y asegurar la distribución efectiva del guano en los mercados internacionales.
Sin embargo, el sistema también tenía sus desventajas. Al depender de intermediarios, el Estado peruano no tenía control total sobre la comercialización y el precio del guano. Además, la corrupción y la falta de transparencia en la administración de los contratos de consignación llevaron a que gran parte de las ganancias no se reinvirtieran en el desarrollo del país, sino que beneficiaran a unos pocos individuos y empresas.
A pesar de estas deficiencias, el comercio del guano generó ingresos significativos para el Perú durante varias décadas. Estos ingresos permitieron a Ramón Castilla llevar a cabo importantes reformas y proyectos de infraestructura, como la construcción de ferrocarriles, la modernización del ejército y la eliminación de la esclavitud en 1854.
No obstante, la era del guano, que se extendió aproximadamente desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1870, también es conocida como la "Prosperidad Falaz". Este término hace referencia a la aparente prosperidad económica que el comercio del guano trajo al Perú, la cual, sin embargo, no se tradujo en un desarrollo sostenible ni en una mejora significativa de las condiciones de vida de la población en general. La dependencia excesiva del guano como fuente de ingresos y la mala administración de los recursos llevaron al país a una crisis económica cuando las reservas de guano comenzaron a agotarse y los precios internacionales cayeron.
En resumen, la venta del guano a través de las consignaciones se inicia con Ramón Castilla. Su gobierno implementó este sistema como una estrategia para aprovechar el valioso recurso natural del guano y generar ingresos para el Estado. Aunque tuvo un impacto positivo en términos de ingresos económicos, las deficiencias en la administración y la falta de inversión en el desarrollo a largo plazo convirtieron esta era en una "Prosperidad Falaz".