El golpe de Estado fujimorista tenía como uno de sus objetivos:
a) Democratizar la vida política nacional
b) Desarrollar su proyecto autoritario y neoliberal
c) Defender al Perú de las transnacionales
d) Proteger la producción industrial peruana
e) Promover ideales de justicia y libertad
Resolución:
El golpe de Estado fujimorista, que ocurrió el 5 de abril de 1992, es un evento crucial en la historia contemporánea del Perú. Para comprender mejor el contexto y las implicaciones de este suceso, es esencial explorar los antecedentes históricos, las motivaciones y las consecuencias del golpe.
En 1990, Alberto Fujimori fue elegido presidente del Perú en un contexto de grave crisis económica y social. El país estaba sumido en una hiperinflación descontrolada, una profunda recesión y una violencia generalizada debido a la insurgencia de grupos terroristas como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Fujimori asumió el cargo con una plataforma de cambio y promesas de estabilizar la economía y restaurar la paz social.
Sin embargo, a medida que avanzaba su mandato, Fujimori se enfrentó a crecientes desafíos y obstáculos para implementar sus políticas. En particular, encontró una oposición significativa en el Congreso de la República, que estaba controlado por partidos que no compartían su visión. Esta situación de parálisis legislativa llevó a Fujimori a tomar una decisión drástica.
El 5 de abril de 1992, Fujimori disolvió el Congreso y suspendió la Constitución, en lo que se conoce como el "autogolpe" o "golpe de Estado fujimorista". Este acto fue justificado por Fujimori como una medida necesaria para superar la crisis y llevar a cabo reformas urgentes. Sin embargo, el verdadero objetivo detrás de este golpe fue desarrollar un proyecto autoritario y neoliberal, lo que corresponde a la opción b) "Desarrollar su proyecto autoritario y neoliberal".
El golpe de Estado permitió a Fujimori consolidar su poder y llevar a cabo una serie de reformas económicas y políticas sin la interferencia del Congreso. Estas reformas incluyeron la liberalización de la economía, la privatización de empresas estatales y la implementación de políticas de ajuste estructural dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Estas medidas estaban alineadas con una visión neoliberal que buscaba reducir el papel del Estado en la economía y promover el libre mercado.
Desde un punto de vista autoritario, el golpe de Fujimori también resultó en una concentración del poder en el Ejecutivo y una erosión significativa de las instituciones democráticas. Fujimori gobernó con mano dura, utilizando el aparato del Estado para reprimir a la oposición política y social. Se instauró un régimen que violaba sistemáticamente los derechos humanos, y se cometieron abusos como detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas.
Además de las reformas económicas, Fujimori emprendió una campaña intensiva contra el terrorismo, logrando importantes victorias, como la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, en 1992. Sin embargo, esta lucha también estuvo marcada por graves violaciones de derechos humanos, como las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, donde fuerzas del Estado asesinaron a civiles inocentes.
El golpe de Estado y el posterior régimen autoritario de Fujimori recibieron críticas tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros condenaron la erosión de la democracia y los abusos cometidos. No obstante, Fujimori mantuvo un apoyo significativo entre ciertos sectores de la población peruana, que valoraban sus logros en la estabilización económica y la lucha contra el terrorismo.
En resumen, el golpe de Estado fujimorista del 5 de abril de 1992 tenía como uno de sus principales objetivos el desarrollo de un proyecto autoritario y neoliberal. Este evento marcó un periodo de profundas transformaciones en el Perú, con consecuencias duraderas en la política, la economía y la sociedad del país.