Las grandes construcciones incaicas como Sacsayhuamán, Coricancha, Ollantaytambo, etc., fueron construidas gracias a:
a) El trabajo forzado de millones de piñas
b) La colaboración de los hatun runas
c) El trabajo y apoyo económico de la nobleza inca
d) La movilización de abundante mano de obra mediante la mita
e) Colaboración voluntaria de los pueblos andinos
Resolución:
Para abordar adecuadamente esta pregunta, es crucial entender el contexto histórico y social del Tahuantinsuyo, el imperio incaico, que se desarrolló en la región andina de Sudamérica, principalmente en el territorio que hoy conocemos como Perú, entre los siglos XV y XVI.
El Imperio Inca fue una de las civilizaciones precolombinas más avanzadas y extensas de América. Su organización social, política y económica permitió la construcción de impresionantes obras arquitectónicas que han perdurado hasta nuestros días. Estas construcciones, como Sacsayhuamán, Coricancha y Ollantaytambo, son testimonio del ingenio y la capacidad de organización del pueblo incaico.
● Sacsayhuamán es una fortaleza ceremonial ubicada en las afueras de la ciudad del Cusco. Es conocida por sus enormes bloques de piedra perfectamente ensamblados, algunos de los cuales pesan más de 100 toneladas. Esta estructura no solo sirvió como una fortaleza defensiva, sino también como un centro ceremonial y administrativo.
● Coricancha, también en Cusco, fue el principal templo dedicado al dios Sol (Inti), la deidad más importante del panteón incaico. Este templo estaba recubierto de oro y plata, reflejando la riqueza y el poder del imperio.
● Ollantaytambo es una ciudad incaica ubicada en el Valle Sagrado de los Incas. Además de sus impresionantes terrazas agrícolas, Ollantaytambo posee una fortaleza que servía tanto para funciones militares como religiosas.
Para entender cómo se llevaron a cabo estas construcciones, debemos considerar la organización laboral del imperio. La sociedad incaica estaba dividida en diferentes clases sociales, y cada grupo tenía responsabilidades específicas. Sin embargo, la clave para la realización de estas grandes obras fue la mita, un sistema de trabajo obligatorio que los incas implementaron para movilizar a la mano de obra necesaria para proyectos estatales.
La mita era un tributo en forma de trabajo que los habitantes del imperio debían prestar al Estado. Este sistema permitía al Imperio Inca disponer de grandes contingentes de trabajadores para llevar a cabo proyectos de construcción, agrícolas, y de infraestructura, como caminos y puentes. La mita era organizada de manera que los trabajadores se turnaban, permitiendo que las comunidades pudieran cumplir con sus obligaciones sin desatender completamente sus propias tierras y necesidades.
El término "piñas" (opción a) se refiere a las personas sometidas por los incas y obligadas a realizar tareas forzadas. Sin embargo, las grandes construcciones no se lograron exclusivamente mediante el trabajo forzado de estos grupos, sino más bien mediante la organización estatal que incluía a diversos sectores de la sociedad.
Por otro lado, los hatun runas (opción b) eran los hombres comunes del imperio, quienes ciertamente contribuían con su trabajo al Estado. No obstante, su colaboración estaba enmarcada dentro del sistema de la mita.
La nobleza inca (opción c) ciertamente jugaba un papel importante en la organización y supervisión de estos proyectos, pero no eran ellos quienes realizaban el trabajo físico.
La colaboración voluntaria de los pueblos andinos (opción e) también es relevante, ya que muchas comunidades tenían una relación de reciprocidad y alianzas con el Estado incaico, pero la principal forma de movilización de mano de obra para estos grandes proyectos fue la mita.
Por lo tanto, la respuesta correcta a la pregunta sobre cómo se lograron las grandes construcciones incaicas es la opción d: La movilización de abundante mano de obra mediante la mita. Este sistema permitió al Tahuantinsuyo organizar y ejecutar obras monumentales que han dejado una huella indeleble en la historia de Perú y del mundo.