Tras la aplicación de la pragmática sanción de 1767, para inventariar y administrar los bienes jesuitas se creó ………………
a) La casa de temporalidad
b) El convictorio de San Carlos
c) La Compañía de Jesús
d) La Real Hacienda de Lima
e) Las Reales Aduanas
Resolución:
La respuesta correcta a la pregunta es a) La casa de temporalidad. Para entender mejor el contexto histórico y la relevancia de esta creación, es importante profundizar en los eventos y políticas que llevaron a la expulsión de los jesuitas y la subsecuente administración de sus bienes en el virreinato del Perú.
Contexto Histórico
Durante el siglo XVIII, Europa y sus colonias vivieron una serie de reformas y cambios profundos bajo el influjo del movimiento conocido como la Ilustración. Este movimiento promovía el uso de la razón y la ciencia como herramientas para mejorar la sociedad y cuestionaba muchas de las estructuras tradicionales, incluyendo la Iglesia y sus órdenes religiosas. En este contexto, la Compañía de Jesús, una orden religiosa católica fundada en 1540 por Ignacio de Loyola, se convirtió en un blanco de las reformas borbónicas aplicadas en los dominios españoles.
La Pragmática Sanción de 1767
El rey Carlos III de España, influenciado por las ideas ilustradas y preocupado por el poder y la influencia de los jesuitas, promulgó la Pragmática Sanción de 1767, un decreto que ordenaba la expulsión de los jesuitas de todos los territorios de la monarquía española. La medida se justificó oficialmente por la necesidad de consolidar la autoridad real y por sospechas de que los jesuitas estaban involucrados en conspiraciones contra la corona, aunque las verdaderas razones probablemente incluían una mezcla de celos políticos y rivalidades económicas.
Expulsión y Secuelas
La expulsión de los jesuitas fue un proceso meticulosamente planeado y ejecutado con un alto grado de secreto para evitar posibles resistencias. En marzo de 1767, las autoridades coloniales recibieron instrucciones de arrestar a los jesuitas y embarcarlos hacia Europa. Miles de jesuitas fueron detenidos y deportados, y sus bienes, incluyendo propiedades agrícolas, colegios, misiones y bibliotecas, quedaron en manos del Estado.
Administración de los Bienes Jesuitas
Para gestionar los vastos bienes que los jesuitas habían dejado atrás, el gobierno colonial creó la Casa de Temporalidades. Esta institución tenía la responsabilidad de inventariar, administrar y eventualmente liquidar las propiedades jesuitas. La Casa de Temporalidades se convirtió en una entidad clave en la reorganización de los recursos económicos y educativos en las colonias.
Funciones de la Casa de Temporalidades
1. Inventario y Evaluación: La primera tarea de la Casa de Temporalidades fue hacer un detallado inventario de todos los bienes y propiedades de los jesuitas. Esto incluía no solo propiedades físicas como terrenos y edificios, sino también bienes muebles, documentos y libros.
2. Administración: Una vez inventariados, estos bienes necesitaban ser administrados. La Casa de Temporalidades se encargó de mantener y operar fincas agrícolas, colegios y otros establecimientos que habían sido gestionados por los jesuitas.
3. Venta y Liquidación: Con el tiempo, muchas de estas propiedades fueron vendidas a particulares o absorbidas por otras instituciones. Los fondos obtenidos de estas ventas se destinaron a la Real Hacienda, contribuyendo al financiamiento de la administración colonial.
4. Educación: Uno de los ámbitos más afectados por la expulsión jesuita fue el educativo. Los jesuitas habían sido responsables de una parte significativa de la educación en América Latina, y su expulsión dejó un vacío que la Casa de Temporalidades trató de llenar reasignando recursos y estableciendo nuevas instituciones educativas bajo control secular.
Impacto de la Expulsión
La expulsión de los jesuitas tuvo repercusiones en múltiples aspectos de la vida colonial. En el ámbito educativo, la ausencia de los jesuitas significó una pérdida de calidad y continuidad en la enseñanza. En el plano económico, la administración y eventual venta de los bienes jesuitas proporcionó recursos adicionales para la corona, pero también desarticuló redes económicas locales que habían girado en torno a las misiones y propiedades jesuitas.
Conclusión
La creación de la Casa de Temporalidades fue una respuesta directa a la necesidad de gestionar los bienes de los jesuitas tras su expulsión en 1767. Esta institución no solo se encargó de inventariar y administrar estos bienes, sino que también jugó un papel crucial en la reconfiguración económica y educativa del virreinato del Perú. La expulsión de los jesuitas y la subsecuente administración de sus bienes reflejan las tensiones y cambios de una época marcada por la influencia de la Ilustración y las reformas borbónicas.