La política diplomática de Bismarck al establecer la Triple Alianza y la Liga de los Emperadores fue:
a) Aislar a Francia en Europa
b) Fundar el imperio colonial alemán
c) Controlar la inquietud austriaca
d) Controlar la inquietud colonial inglés
e) Preparar el reparto de África
Resolución:
La política diplomática de Otto von Bismarck, el canciller del Imperio Alemán, fue una estrategia sumamente compleja y cuidadosa cuyo objetivo principal era asegurar la estabilidad y la seguridad de Alemania en el tumultuoso marco europeo de finales del siglo XIX. Bismarck, conocido como el "Canciller de Hierro", tenía una visión clara de que un conflicto abierto podría ser desastroso para Alemania, un país que apenas había sido unificado en 1871 después de la guerra franco-prusiana. Por lo tanto, su política exterior se centró en prevenir cualquier coalición hostil que pudiera amenazar la joven nación alemana.
Para entender mejor las opciones propuestas, es importante contextualizar la situación geopolítica de la época:
a) Aislar a Francia en Europa: Esta opción es la correcta y es el núcleo de la política diplomática de Bismarck. Después de la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana y la proclamación del Imperio Alemán en el Palacio de Versalles en 1871, Francia quedó humillada y resentida. Bismarck comprendió que Francia buscaría venganza y, por lo tanto, se propuso aislarla diplomáticamente. Para lograr esto, Bismarck estableció una serie de alianzas y acuerdos que buscaban evitar que Francia encontrara aliados con los cuales enfrentar a Alemania. La Triple Alianza, formada en 1882 entre Alemania, Austria-Hungría e Italia, fue un pilar fundamental en este esfuerzo por aislar a Francia. Además, la Liga de los Tres Emperadores (Dreikaiserbund), una alianza entre Alemania, Austria-Hungría y Rusia, también perseguía este objetivo, aunque tuvo una existencia intermitente debido a las tensiones entre Austria-Hungría y Rusia en los Balcanes.
b) Fundar el imperio colonial alemán: Aunque Alemania sí se embarcó en la creación de un imperio colonial durante la época de Bismarck, esta no fue su principal preocupación diplomática. La expansión colonial alemana fue relativamente modesta comparada con la de potencias como Gran Bretaña y Francia. Bismarck, de hecho, era bastante escéptico sobre las ventajas de un imperio colonial y solo se involucró en la carrera colonial debido a las presiones internas y por razones de prestigio internacional.
c) Controlar la inquietud austriaca: Si bien Bismarck buscó mantener una relación fuerte con Austria-Hungría, especialmente después de la guerra austro-prusiana de 1866, su principal objetivo no era controlar la inquietud austriaca, sino asegurar que Austria-Hungría fuera un aliado confiable en la contención de Francia y en la estabilización de Europa Central y Oriental.
d) Controlar la inquietud colonial inglesa: Bismarck no estaba particularmente interesado en rivalizar con Gran Bretaña en el ámbito colonial. De hecho, buscó evitar cualquier conflicto con Gran Bretaña, una potencia naval y colonial dominante. Su enfoque estaba más en mantener el equilibrio de poder en Europa continental.
e) Preparar el reparto de África: Si bien Alemania participó en la Conferencia de Berlín de 1884-1885, donde las potencias europeas se reunieron para regular la colonización y el comercio en África, este no fue un objetivo prioritario de la política exterior de Bismarck. La conferencia fue más bien una respuesta a la creciente competencia entre las potencias europeas en África y no una iniciativa directa de Bismarck para asegurar territorios africanos.
En resumen, la respuesta correcta es a) Aislar a Francia en Europa. La política diplomática de Bismarck fue diseñada para mantener a Francia diplomáticamente aislada y evitar que formara alianzas que pudieran amenazar la seguridad de Alemania. Al establecer la Triple Alianza y la Liga de los Emperadores, Bismarck buscó crear un sistema de alianzas que disuadiera a Francia de actuar agresivamente y que, al mismo tiempo, mantuviera el equilibrio de poder en Europa. Esta política de alianzas y contra-alianzas fue esencial para la estabilidad europea hasta la caída de Bismarck en 1890 y la posterior escalada de tensiones que condujo a la Primera Guerra Mundial.