La rebelión de los moriscos acaudillados por Hernando de Córdova en los tiempos de Fernando “el católico” de España fue motivada por:
a) El incremento de los impuestos por parte de la corona española
b) La nulidad del edicto de Monsieur que perjudicó su unidad religiosa
c) El haberse decretado la prohibición de sus costumbres e idioma
d) Ampliar el comercio marítimo de Sicilia a la zona de Flandes, que marginó el comercio morisco
e) No ser partícipe de los adelantos técnicos de la agricultura
Resolución:
La rebelión de los moriscos acaudillados por Hernando de Córdoba durante el reinado de Fernando "el Católico" en España fue motivada principalmente por: c) El haberse decretado la prohibición de sus costumbres e idioma
Para comprender mejor esta respuesta, es esencial situarnos en el contexto histórico de la España de finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Durante este periodo, la Península Ibérica estaba inmersa en un proceso de unificación y consolidación bajo la monarquía de los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Una de sus principales políticas fue la de homogeneización religiosa y cultural, lo que significaba la conversión forzada al cristianismo de la población musulmana y judía que aún residía en la península.
Los moriscos eran musulmanes que habían sido obligados a convertirse al cristianismo tras la Reconquista, especialmente después de la toma de Granada en 1492, el último bastión musulmán en la Península Ibérica. A pesar de su conversión, muchos moriscos continuaron practicando su religión y conservando sus costumbres y su idioma en secreto, lo que generaba desconfianza y rechazo por parte de la mayoría cristiana.
En 1499, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros inició una campaña de conversión forzada en Granada, lo que llevó a tensiones significativas. La situación se agravó cuando en 1501, se promulgó un edicto que prohibía la práctica de la religión islámica, así como el uso del árabe y la preservación de las costumbres musulmanas. Esta política de asimilación forzosa tenía como objetivo eliminar cualquier vestigio de la cultura islámica y asegurar la unidad religiosa bajo el catolicismo.
La prohibición de sus costumbres e idioma fue percibida por los moriscos como una agresión directa a su identidad y modo de vida. La respuesta a estas medidas fue una serie de revueltas, siendo una de las más destacadas la liderada por Hernando de Córdoba, también conocido como Hernando de Talavera, quien se erigió como líder de la resistencia morisca en las Alpujarras, una región montañosa al sur de Granada.
Las revueltas moriscas no solo fueron una reacción a la imposición religiosa y cultural, sino también a las condiciones socioeconómicas desfavorables que enfrentaban. Los moriscos, a menudo relegados a trabajos agrícolas y sometidos a una fuerte presión fiscal, se encontraban en una posición de vulnerabilidad y marginación. La prohibición de sus costumbres exacerbó aún más su situación, generando un ambiente de resentimiento y desesperación que llevó a la insurrección.
El levantamiento de Hernando de Córdoba fue una lucha desesperada por preservar su identidad y resistir la asimilación forzosa. Sin embargo, las fuerzas moriscas estaban mal armadas y organizadas en comparación con el ejército real, lo que resultó en una represión violenta por parte de las tropas de Fernando "el Católico". La rebelión fue sofocada, y las consecuencias para los moriscos fueron severas, incluyendo ejecuciones, deportaciones y la intensificación de las políticas de asimilación.
En resumen, la rebelión de los moriscos liderada por Hernando de Córdoba fue motivada por la prohibición de sus costumbres e idioma, que representaba una amenaza existencial para su identidad cultural y religiosa. Este episodio es un reflejo de las tensiones y conflictos que surgieron en el proceso de unificación y homogeneización de la España de los Reyes Católicos, y subraya la complejidad y el costo humano de las políticas de asimilación forzada en la historia.