San Agustín tiene como concepción que la reflexión filosófica parte de un Yo filosofante; su expresión es ………………
a) "Pienso, luego existo"
b) "Sólo el hombre es"
c) "Si yerro, existo"
d) "Si existo es debido a Dios"
e) "Si filósofo, existo"
Resolución:
San Agustín, uno de los filósofos y teólogos más influyentes del cristianismo, desarrolló una concepción filosófica que tiene como punto de partida el "yo" reflexivo. A diferencia de René Descartes, famoso por su frase "Pienso, luego existo", San Agustín planteó una aproximación que también ponía énfasis en la introspección y el autoconocimiento, pero desde una perspectiva que integraba la fe y la existencia con una relación directa con Dios. Su expresión más cercana a esta idea es "Si yerro, existo", que es una afirmación de la certeza de la existencia incluso en la duda y el error.
San Agustín vivió en un tiempo de transición, durante los siglos IV y V, cuando el cristianismo estaba en proceso de consolidarse como la religión dominante en el Imperio Romano. Durante este período, los filósofos cristianos buscaban integrar la filosofía clásica con la nueva teología cristiana. San Agustín, en su obra "Las Confesiones", desarrolla su pensamiento sobre la importancia de la introspección y la certeza de la existencia a través de la reflexión interna. Para él, la búsqueda de la verdad comienza por el reconocimiento de uno mismo como ser pensante y, por ende, existente.
La frase "Si yerro, existo" refleja su pensamiento de que, al dudar o al cometer errores, uno es consciente de su propia existencia. Esto es paralelo al cogito cartesiano, pero San Agustín lo formula en un contexto donde el error mismo es una prueba de la existencia. Si uno se equivoca, necesariamente debe existir para poder errar. Este razonamiento le permite a San Agustín establecer una base segura desde la cual explorar otras cuestiones filosóficas y teológicas. La introspección, por tanto, no solo es un medio para el autoconocimiento, sino también una afirmación de la propia existencia.
Además, San Agustín introduce la idea de que esta búsqueda interna de la verdad está intrínsecamente conectada con Dios. Para él, el ser humano no solo existe en virtud de su pensamiento, sino que su existencia es también una prueba de la presencia de Dios. La introspección lleva al individuo hacia un reconocimiento de su dependencia de Dios para su existencia y para la verdad última. En su filosofía, la razón y la fe no son caminos separados, sino complementarios en la búsqueda del conocimiento.
Por lo tanto, la respuesta correcta al ejercicio es la opción c) "Si yerro, existo". Esta expresión encapsula la idea de que la existencia se hace evidente a través del acto de errar o dudar, un concepto que San Agustín desarrolla antes de que Descartes popularizara su famoso cogito. Para San Agustín, el reconocimiento de la propia existencia es un primer paso hacia el conocimiento de Dios, quien es la fuente de toda verdad y existencia. Así, su filosofía no solo busca entender la naturaleza del ser humano, sino también su relación esencial con lo divino.