El problema moral se sintetiza en la siguiente pregunta:
a) ¿Qué puedo hacer?
b) ¿Qué debo hacer?
c) ¿Qué me es dable esperar?
d) ¿Qué me conviene hacer?
e) ¿Qué estoy obligado a hacer?
Resolución:
Para abordar la pregunta que se nos presenta, es importante primero entender qué es un problema moral. Un problema moral es una situación en la que un individuo debe tomar una decisión sobre lo que considera correcto o incorrecto, basándose en sus valores éticos y principios morales. Este tipo de problemas no solo involucran una simple elección entre el bien y el mal, sino que también requieren una reflexión profunda sobre las consecuencias de las acciones, tanto para uno mismo como para los demás.
La pregunta que mejor sintetiza el problema moral es la opción b) "¿Qué debo hacer?". Esta pregunta es fundamental en el ámbito de la ética, una rama de la filosofía que se centra en estudiar qué es lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. Al preguntar "¿Qué debo hacer?", estamos contemplando la noción de deber y obligación moral, que es central para la toma de decisiones éticas. Esta pregunta nos invita a reflexionar sobre nuestras responsabilidades y a considerar cuál es el curso de acción que mejor se alinea con nuestros principios éticos.
Para entender mejor por qué "¿Qué debo hacer?" es la pregunta clave, es útil explorar otras alternativas y ver por qué no capturan completamente la esencia del problema moral. La opción a) "¿Qué puedo hacer?" se centra más en la capacidad o posibilidad de acción, sin tener en cuenta necesariamente si esa acción es correcta o moral. Esta pregunta se relaciona más con el ámbito de la libertad y las limitaciones prácticas, pero no aborda directamente la cuestión de lo que es moralmente correcto.
La opción c) "¿Qué me es dable esperar?" se refiere más a las expectativas y esperanzas que uno puede tener respecto a los resultados de sus acciones. Aunque está relacionada con el pensamiento moral, ya que las expectativas pueden influir en las decisiones, no se centra directamente en la moralidad de las acciones en sí mismas.
La opción d) "¿Qué me conviene hacer?" introduce el concepto de conveniencia personal, que puede estar en conflicto con lo moralmente correcto. A menudo, lo que nos conviene no es necesariamente lo que debemos hacer desde un punto de vista ético. Esta pregunta puede inducir a decisiones egoístas que priorizan el interés propio sobre el bien común o el cumplimiento de deberes morales.
Finalmente, la opción e) "¿Qué estoy obligado a hacer?" también se acerca a la cuestión moral, pero se centra más en obligaciones impuestas desde fuera, como leyes o normas sociales, que pueden o no coincidir con la moralidad personal. Aunque hay una superposición entre obligación y deber moral, la pregunta "¿Qué debo hacer?" abarca una reflexión más interna sobre el deber, que incluye tanto las obligaciones externas como los principios morales internos.
En resumen, la pregunta "¿Qué debo hacer?" nos enfrenta directamente con el dilema ético de tomar decisiones que se alineen con nuestros valores y principios morales. Nos obliga a considerar no solo nuestras capacidades y deseos, sino también nuestras responsabilidades y el impacto de nuestras acciones en el mundo que nos rodea. Es una pregunta que invita a la introspección y a la evaluación constante de nuestras acciones en el contexto de lo que consideramos moralmente correcto, haciendo de esta la esencia del problema moral.