A la muerte de Atahualpa, Pizarro nombró como sucesor a ………………
a) Huáscar
b) Manco Inca
c) Toparpa
d) Calcuchímac
e) Paullu Inca
Resolución:
Para comprender adecuadamente la respuesta correcta a la pregunta sobre quién fue nombrado sucesor de Atahualpa por Francisco Pizarro, es esencial situarnos en el contexto histórico de la conquista del Imperio Inca por parte de los españoles.
El Imperio Inca, conocido como Tahuantinsuyo, fue la civilización más grande y poderosa de Sudamérica antes de la llegada de los españoles. En el siglo XVI, este imperio atravesaba un periodo de inestabilidad debido a una guerra civil entre los hermanos Atahualpa y Huáscar, ambos hijos del Inca Huayna Cápac. Esta guerra civil debilitó significativamente al Tahuantinsuyo, facilitando la eventual conquista española.
Atahualpa emergió victorioso en esta guerra fratricida y se proclamó como el Inca, pero su victoria fue efímera. En 1532, mientras estaba en la ciudad de Cajamarca, el conquistador español Francisco Pizarro lo capturó. Pizarro utilizó a Atahualpa para obtener un cuantioso rescate en oro y plata, pero finalmente decidió ejecutarlo en julio de 1533, argumentando, entre otras cosas, que Atahualpa había ordenado la muerte de su hermano Huáscar y que estaba conspirando contra los españoles.
Tras la muerte de Atahualpa, Pizarro necesitaba un líder títere que le permitiera mantener el control sobre los incas y facilitar la colonización. El elegido para suceder a Atahualpa fue Túpac Hualpa, también conocido como Toparpa. Este nombramiento no fue casual; Toparpa era un miembro de la nobleza incaica y medio hermano de Atahualpa, lo que le daba cierta legitimidad a los ojos de los incas.
Toparpa fue coronado inca por los españoles en Cajamarca, pero su reinado fue breve. Acompañó a Pizarro y su ejército en la marcha hacia Cuzco, la capital del Imperio Inca. Sin embargo, falleció en circunstancias sospechosas durante el trayecto, en la ciudad de Jauja, en 1533. Aunque se rumorea que pudo haber sido envenenado, nunca se ha probado de manera concluyente.
Después de la muerte de Toparpa, Pizarro necesitaba otro líder inca para seguir consolidando su control sobre el Tahuantinsuyo. Fue entonces cuando nombró a Manco Inca Yupanqui, otro miembro de la nobleza incaica, como nuevo Inca. Manco Inca inicialmente colaboró con los españoles, pero eventualmente se rebeló contra ellos, liderando una de las resistencias más notables contra la ocupación española.
Por lo tanto, la respuesta correcta a la pregunta sobre quién fue nombrado sucesor de Atahualpa por Francisco Pizarro es la alternativa c) Toparpa. Este nombramiento fue una estrategia de los conquistadores para legitimar su control sobre el imperio y facilitar la colonización. La historia de Toparpa es un reflejo de las tácticas utilizadas por los españoles para subyugar al Tahuantinsuyo, aprovechando las divisiones internas y utilizando figuras de autoridad locales para sus propios fines.
En resumen, la elección de Toparpa como sucesor de Atahualpa fue un movimiento táctico clave en la estrategia de conquista de los españoles. Si bien su reinado fue breve, su nombramiento simboliza el comienzo de la manipulación y control que los conquistadores ejercieron sobre la estructura política y social del Imperio Inca, un proceso que continuaría desarrollándose en los años siguientes con la consolidación del dominio español.