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Ejercicio N° 03

Lesson 3/60 | Tiempo de estudio: 5 Min

El candidato opositor de Odría en 1950 fue ………………

a) Pedro Beltrán

b) Ernesto Montagne

c) Haya de la Torre

d) Francisco Mostajo

e) Fernando Belaúnde



Resolución:


Para comprender mejor el contexto histórico de las elecciones presidenciales de 1950 en Perú y la figura de Manuel A. Odría, es importante situarnos en una época de gran agitación política y social en el país. Manuel A. Odría llegó al poder en 1948 mediante un golpe de Estado contra el presidente José Luis Bustamante y Rivero. Este período, conocido como el Ochenio de Odría (1948-1956), estuvo marcado por el autoritarismo y la represión, aunque también por ciertas políticas de modernización y desarrollo económico.

En 1950, Odría organizó elecciones presidenciales como una forma de legitimar su gobierno, aunque estas elecciones no fueron ni libres ni justas. El ambiente político estaba dominado por la represión de la oposición, especialmente del partido aprista (APRA) y de la izquierda en general. Víctor Raúl Haya de la Torre, líder del APRA, estaba exiliado y su partido fue declarado ilegal en 1948. Esto reducía significativamente las opciones de oposición legítima y organizada.

En este contexto, el candidato opositor de Odría en las elecciones de 1950 fue Ernesto Montagne, un militar retirado que se presentó como una figura de oposición. Sin embargo, es fundamental entender que Montagne no representaba una verdadera amenaza para Odría debido a varias razones. En primer lugar, el régimen de Odría había asegurado un control férreo sobre el aparato electoral y político. En segundo lugar, Montagne no contaba con el apoyo popular suficiente ni con una plataforma política sólida que pudiera desafiar efectivamente al régimen.

Manuel A. Odría ganó las elecciones de manera abrumadora, pero la falta de competencia real y las denuncias de fraude electoral deslegitimaron el proceso. Odría continuó en el poder hasta 1956, implementando políticas de corte populista y desarrollista. Su gobierno es recordado por la construcción de infraestructura, como carreteras y hospitales, y por el impulso a la educación. Sin embargo, también es recordado por la represión política y la falta de libertades democráticas.

Durante el Ochenio, la represión contra los opositores fue una constante. La policía política, conocida como la "PIP" (Policía de Investigaciones del Perú), jugó un papel crucial en la persecución de los detractores del régimen. Muchos líderes opositores fueron encarcelados, exiliados o silenciados de otras maneras. La prensa también estaba bajo control estricto, lo que limitaba la capacidad de los ciudadanos para acceder a información objetiva y crítica del gobierno.

Es interesante notar que, a pesar de la represión, el gobierno de Odría también implementó ciertas políticas que ganaron apoyo popular. La estrategia de Odría combinaba el autoritarismo con medidas populistas, lo que le permitió mantener un cierto grado de estabilidad y apoyo durante su mandato. Sin embargo, la falta de democracia y las continuas violaciones a los derechos humanos generaron un descontento que eventualmente contribuiría al fin de su régimen.

En 1956, ante la creciente presión interna e internacional, Odría decidió no buscar la reelección y permitió elecciones más abiertas, en las cuales el arquitecto Fernando Belaúnde Terry emergió como una figura prominente, aunque no ganó hasta las elecciones de 1963. Este período marcó una transición hacia una mayor apertura democrática, aunque los desafíos y las tensiones políticas en Perú continuarían en las décadas siguientes.



En resumen, el candidato opositor de Odría en las elecciones de 1950 fue Ernesto Montagne, pero estas elecciones no representaron una verdadera competencia democrática debido al control autoritario del régimen de Odría. Este contexto histórico es crucial para entender las dinámicas de autoritarismo y democracia en el Perú de mediados del siglo XX.