+51 956 441 346
contacto@hatun.app

Ejercicio N° 01

Lesson 1/60 | Tiempo de estudio: 3 Min

……………… fue el emperador romano que ordenó realizar sangrientas persecuciones contra los cristianos.

a) Diocleciano
b) Galerio
c) Decio
d) Aureliano
e) Domiciano

Resolución:

La respuesta correcta es a) Diocleciano.

Para entender por qué Diocleciano ordenó realizar sangrientas persecuciones contra los cristianos, es crucial situar el contexto histórico y político del Imperio Romano en su tiempo. Diocleciano gobernó desde el año 284 hasta el 305 d.C., un periodo marcado por la crisis del siglo III, una época de gran inestabilidad política, económica y social en el Imperio Romano. Esta crisis incluyó la fragmentación del imperio, la presión de invasiones bárbaras, la inflación descontrolada y la decadencia urbana.

Diocleciano es quizás más conocido por sus reformas administrativas y militares que intentaron estabilizar el imperio. Una de las reformas más significativas fue la creación de la Tetrarquía, un sistema de gobierno en el que el poder se dividía entre dos Augustos (emperadores principales) y dos Césares (emperadores subalternos) para garantizar una administración más eficiente y la defensa del imperio en múltiples frentes.

Sin embargo, Diocleciano también es recordado por sus persecuciones contra los cristianos, las más sangrientas y sistemáticas de la historia del Imperio Romano. Estas persecuciones comenzaron en el año 303 d.C. y se conocen como la Gran Persecución. Varias razones motivaron estas acciones.

Primero, Diocleciano y sus co-emperadores consideraban que la unidad y la estabilidad del Imperio Romano dependían en gran medida de la uniformidad religiosa y la lealtad a los dioses romanos tradicionales. El emperador era visto no solo como un líder político, sino también como un intermediario entre los dioses y el pueblo. La religión romana era integral a la identidad del estado y su bienestar.

Segundo, la creciente población cristiana se negaba a participar en los rituales religiosos romanos, incluyendo el culto al emperador, lo que Diocleciano y otros líderes romanos interpretaban como un acto de traición y deslealtad. Los cristianos se reunían en secreto, creaban sus propias comunidades y no reconocían al emperador como una figura divina, lo que los hacía sospechosos y potencialmente subversivos a los ojos de las autoridades romanas.

En el año 303 d.C., Diocleciano emitió una serie de edictos que ordenaban la destrucción de iglesias cristianas, la quema de textos sagrados y la prohibición de reuniones cristianas. Los cristianos que se negaban a renunciar a su fe eran arrestados, torturados y ejecutados en espectáculos públicos. Los altos funcionarios del imperio, como Galerio (quien era uno de los Césares bajo la Tetrarquía), también jugaron un papel activo en estas persecuciones.

La Gran Persecución de Diocleciano fue intensa y dejó una marca indeleble en la historia cristiana. Sin embargo, a pesar de la brutalidad de las persecuciones, no lograron erradicar el cristianismo. De hecho, en cierta medida, estas persecuciones fortalecieron la fe de los cristianos y aumentaron su cohesión comunitaria.

Finalmente, es interesante notar que solo unos años después de la abdicación de Diocleciano en el 305 d.C., el cristianismo comenzó a recibir un trato más favorable bajo el emperador Constantino. En el año 313 d.C., con el Edicto de Milán, Constantino legalizó el cristianismo y puso fin a las persecuciones, allanando el camino para que el cristianismo se convirtiera en la religión dominante del Imperio Romano.

En resumen, Diocleciano ordenó realizar sangrientas persecuciones contra los cristianos debido a su deseo de mantener la unidad y estabilidad del Imperio Romano a través de la uniformidad religiosa y su percepción de los cristianos como una amenaza subversiva. Su reinado y las persecuciones que ordenó representan un capítulo crucial en la historia del cristianismo y del Imperio Romano.