La rebelión de los hermanos Angulo y Pumacahua estalló en 1814 por la negativa de las autoridades virreinales para implementar ………………
a) Una audiencia en el Cusco
b) La intendencia del Cusco
c) Los corregimientos
d) Las reformas constitucionales
e) El absolutismo borbónico en el Perú
Resolución:
La rebelión de los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua en 1814 estalló por la negativa de las autoridades virreinales para implementar las reformas constitucionales, lo que corresponde a la opción d).
Para comprender mejor este evento, es necesario situarlo en el contexto histórico de la época. A comienzos del siglo XIX, el Virreinato del Perú, al igual que otros territorios de América Latina bajo dominio español, experimentaba una serie de tensiones sociales, económicas y políticas. Estas tensiones fueron exacerbadas por una serie de acontecimientos tanto en Europa como en América.
En Europa, la invasión napoleónica a España en 1808 y la consecuente abdicación del rey Fernando VII a favor de José Bonaparte, hermano de Napoleón, desencadenaron una crisis de legitimidad en la península ibérica. Esta situación llevó al surgimiento de las Juntas de Gobierno locales que se resistían a la ocupación francesa y reivindicaban la soberanía popular. En 1812, se promulgó la Constitución de Cádiz, un documento liberal que buscaba modernizar el imperio español, implementando reformas que incluían la abolición de ciertos privilegios, la reducción del poder del absolutismo, la instauración de una monarquía constitucional y la concesión de ciertos derechos a los ciudadanos de los territorios americanos.
Sin embargo, la implementación de la Constitución de Cádiz y sus reformas encontró una férrea resistencia por parte de las autoridades virreinales en el Perú. A diferencia de otras regiones del continente, donde los movimientos independentistas ganaban fuerza, el virreinato peruano se mantenía como uno de los bastiones más leales a la corona española.
En este contexto, los hermanos Angulo, líderes criollos, y Mateo Pumacahua, un cacique indígena y antiguo colaborador de las autoridades coloniales, unieron fuerzas para encabezar una rebelión en el Cusco en 1814. Esta alianza entre criollos e indígenas fue notable, ya que mostraba una convergencia de intereses entre diferentes sectores de la sociedad peruana que estaban descontentos con el orden colonial.
La chispa que encendió la rebelión fue la negativa de las autoridades virreinales a implementar las reformas constitucionales de Cádiz en el Perú. Los reformistas creían que estas reformas podrían traer mejoras significativas, como la creación de instituciones más representativas y la reducción de los abusos del poder colonial. Sin embargo, las autoridades virreinales, encabezadas por el virrey José Fernando de Abascal, se mostraban reacias a aplicar estas reformas, temiendo que pudieran erosionar su poder y fomentar el independentismo.
La rebelión comenzó en agosto de 1814, cuando los hermanos Angulo y Pumacahua lograron tomar el control del Cusco. Desde allí, organizaron un ejército que marchó hacia otras ciudades del sur andino, buscando extender su movimiento. A medida que avanzaban, liberaron prisioneros, confiscaron bienes de los realistas y trataron de ganar el apoyo de la población local. Sin embargo, a pesar de algunos éxitos iniciales, la rebelión enfrentó serias dificultades. Las tropas realistas, mejor equipadas y entrenadas, lograron reorganizarse y lanzaron una contraofensiva.
La rebelión fue finalmente sofocada en enero de 1815, cuando las fuerzas realistas recuperaron el control del Cusco y capturaron a los principales líderes rebeldes. Los hermanos Angulo fueron ejecutados, y Mateo Pumacahua, tras ser capturado, también fue condenado a muerte. A pesar de su fracaso, la rebelión de 1814 dejó una huella significativa en la historia del Perú, ya que demostró el creciente descontento y la capacidad de movilización de diferentes sectores de la sociedad peruana en contra del orden colonial.
En resumen, la rebelión de los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua estalló debido a la negativa de las autoridades virreinales a implementar las reformas constitucionales de Cádiz en el Perú. Este evento, aunque finalmente reprimido, fue un indicio temprano de las profundas tensiones y aspiraciones de cambio que culminarían en la independencia del Perú en 1821.