Para Federico Kauffmann, la posición de los individuos plasmados en los muros exteriores del Gran Pajatén indicaría:
a) Guerras
b) Sacrificios humanos
c) Un ritual a la lluvia
d) Cabezas clavas para cuidar el recinto
e) Un culto a la fertilidad
Resolución:
Federico Kauffmann Doig, un destacado arqueólogo e historiador peruano, ha contribuido significativamente a nuestra comprensión de diversas culturas precolombinas en el Perú. En el contexto del Gran Pajatén, un sitio arqueológico ubicado en la región de San Martín, en la selva alta peruana, Kauffmann Doig ha ofrecido interpretaciones valiosas sobre los elementos arquitectónicos y decorativos encontrados allí.
El Gran Pajatén es un complejo arqueológico asociado con la cultura Chachapoyas, que floreció en la región amazónica andina entre los siglos IX y XVI. Este sitio es especialmente notable por sus estructuras circulares y las figuras antropomorfas y zoomorfas esculpidas en sus muros exteriores.
Para entender mejor la interpretación de Kauffmann Doig sobre la posición de los individuos plasmados en los muros, es crucial considerar el contexto cultural y religioso de los Chachapoyas. Esta civilización, conocida también como los "Guerreros de las Nubes," desarrolló una arquitectura distintiva y una iconografía rica que reflejaba sus creencias y prácticas rituales.
Las figuras humanas y animales representadas en los muros del Gran Pajatén han sido objeto de diversas interpretaciones. Algunas teorías sugieren que estas figuras podrían simbolizar deidades, ancestros, o personajes míticos importantes para la cultura Chachapoyas. Sin embargo, la interpretación específica de Kauffmann Doig se inclina hacia la idea de un culto a la fertilidad.
La fertilidad, en muchas culturas precolombinas, era un tema central relacionado tanto con la agricultura como con la reproducción humana. Las imágenes en el Gran Pajatén podrían estar destinadas a invocar la abundancia de las cosechas y la prosperidad del pueblo. Kauffmann Doig argumenta que la disposición y las características de estas figuras sugieren un ritual o culto destinado a asegurar la fertilidad de la tierra y la continuidad de la vida.
Esta interpretación se apoya en varios aspectos:
1. Simbolismo de la Fertilidad:
En muchas culturas antiguas, los elementos decorativos y esculturas en lugares sagrados eran representaciones simbólicas de la fertilidad. Las figuras humanas, en particular, podrían estar asociadas con deidades o espíritus que gobernaban la fertilidad de la tierra y la fecundidad de las mujeres.
2. Contexto Agrícola:
Los Chachapoyas, como muchas otras civilizaciones andinas, dependían en gran medida de la agricultura. Los rituales y cultos a la fertilidad eran comunes y esenciales para asegurar buenas cosechas. Las representaciones en los muros del Gran Pajatén pueden haber sido parte de estas prácticas religiosas, destinados a garantizar la prosperidad agrícola.
3. Posición y Orientación de las Figuras:
La forma en que estas figuras están dispuestas en los muros sugiere un propósito ceremonial. Están ubicadas en lugares prominentes, lo que indica su importancia en los rituales y ceremonias. La orientación de las figuras podría estar alineada con eventos estacionales o astronómicos relevantes para la agricultura.
4. Comparación con Otras Culturas Andinas:
Al comparar con otras culturas de la región andina, como los Moche o los Nazca, que también tenían rituales y símbolos relacionados con la fertilidad, se puede observar un patrón similar. Esto refuerza la idea de que los Chachapoyas compartían preocupaciones y prácticas similares.
En conclusión, según Federico Kauffmann Doig, la posición y las características de los individuos plasmados en los muros exteriores del Gran Pajatén indican un culto a la fertilidad. Esta interpretación se basa en la comprensión de las prácticas agrícolas y religiosas de los Chachapoyas, así como en el simbolismo común en las culturas precolombinas andinas. Así, la opción correcta a la pregunta planteada sería:
e) Un culto a la fertilidad