Este escritor en agradecimiento al pueblo de Cojimar, en La Habana, Cuba, donde vivió varios años, llevó su medalla del Nobel obtenido en 1954 y la obsequió a los pies de la Virgen de la Caridad del Cobre:
a) Hemingway
b) Faulkner
c) Dos Passos
d) Hawthorne
e) Pound
Resolución:
La respuesta correcta a la pregunta planteada es la opción a) Hemingway. Ernest Hemingway, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, tuvo una relación muy especial con Cuba, y en particular con el pequeño pueblo de Cojimar, ubicado en las afueras de La Habana. Esta conexión se refleja no solo en su obra literaria, sino también en gestos significativos como el mencionado en el ejercicio.
Hemingway vivió en Cuba durante más de 20 años, desde 1939 hasta 1960. Durante este tiempo, escribió algunas de sus obras más reconocidas, incluida "El viejo y el mar" (1952), novela por la cual recibió el Premio Pulitzer en 1953. Esta obra, que narra la épica lucha de un viejo pescador cubano con un enorme pez, está inspirada en el ambiente y las personas de Cojimar. El personaje principal, Santiago, está basado en un pescador local llamado Gregorio Fuentes, quien fue amigo cercano y capitán del barco de Hemingway, el Pilar.
El amor y la conexión de Hemingway con Cuba no solo se reflejaron en su literatura, sino también en sus acciones. En 1954, recibió el Premio Nobel de Literatura, principalmente por su obra "El viejo y el mar". En un gesto de gratitud y afecto hacia el pueblo cubano, Hemingway decidió donar su medalla del Nobel a la Virgen de la Caridad del Cobre, la santa patrona de Cuba, venerada por muchos como símbolo de esperanza y protección. La medalla fue colocada a los pies de la virgen en el Santuario de El Cobre, cerca de Santiago de Cuba.
Este gesto fue un símbolo del profundo respeto y agradecimiento que Hemingway sentía hacia el pueblo cubano, que había sido una fuente de inspiración y un hogar durante muchos años. La relación entre Hemingway y Cuba fue mutuamente enriquecedora: mientras el escritor encontró un refugio y una musa en la isla, los cubanos lo acogieron como a uno de los suyos, y su legado literario sigue siendo una parte importante de la cultura cubana.
Es interesante notar que, a pesar de los cambios políticos y las tensiones que surgieron entre Estados Unidos y Cuba después de la revolución de 1959, el legado de Hemingway en Cuba ha perdurado. Su casa en San Francisco de Paula, conocida como Finca Vigía, se ha convertido en un museo dedicado a su vida y obra. El pueblo de Cojimar también celebra su memoria, y su presencia se siente aún en los relatos locales y en las historias de aquellos que recuerdan su paso por el lugar.
En resumen, la decisión de Hemingway de donar su medalla del Nobel al pueblo cubano es un testimonio de la profunda conexión que sintió con el país y su gente. Este acto de generosidad y reconocimiento resalta no solo su aprecio personal por Cuba, sino también la influencia cultural y emocional que el país tuvo en su vida y en su carrera como escritor. Por estas razones, Hemingway sigue siendo una figura muy respetada y recordada tanto en Cuba como en el resto del mundo. Esta conexión especial entre el escritor y la isla caribeña es un ejemplo perfecto de cómo las experiencias personales y culturales pueden influir profundamente en la obra de un autor.