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Ejercicio N° 02

Lesson 2/59 | Tiempo de estudio: 3 Min

La guerra de 1898 significó un revés para ………………

a) España
b) EE.UU.
c) China
d) Japón
e) Francia

Resolución:

La guerra de 1898, también conocida como la Guerra Hispano-Estadounidense, significó un revés significativo para España. Esta contienda tuvo profundas implicaciones tanto para España como para Estados Unidos, y marcó un punto de inflexión en la historia de ambos países y, en mayor medida, en la configuración de los imperios coloniales de la época.

Para entender adecuadamente el contexto y las repercusiones de esta guerra, es necesario retroceder un poco en el tiempo y comprender la situación política y social de finales del siglo XIX. España, una vez una de las potencias coloniales más grandes del mundo, había visto disminuir su influencia y control sobre sus colonias a lo largo del siglo XIX. La pérdida de territorios en América del Sur durante las guerras de independencia en el primer tercio del siglo XIX había reducido significativamente su imperio. Para finales del siglo XIX, las principales colonias que le quedaban a España en el hemisferio occidental eran Cuba y Puerto Rico.

Las tensiones en Cuba habían ido en aumento desde mediados del siglo XIX, con varios intentos de independencia por parte de los cubanos. Las condiciones económicas, sociales y políticas en la isla eran precarias, y la represión española sólo sirvió para exacerbar el deseo de independencia. En Estados Unidos, había un creciente interés en los asuntos cubanos, tanto por razones humanitarias como por intereses económicos y estratégicos.

La situación se tensó aún más con la explosión del acorazado estadounidense USS Maine en el puerto de La Habana en febrero de 1898. Aunque las causas de la explosión nunca se determinaron con certeza, la prensa sensacionalista en Estados Unidos, conocida como "prensa amarilla", aprovechó el incidente para avivar el fervor bélico contra España. Bajo la presión pública y con una serie de demandas insatisfechas hacia el gobierno español, Estados Unidos declaró la guerra a España en abril de 1898.

El conflicto fue breve pero decisivo. Las fuerzas estadounidenses, mejor equipadas y organizadas, lograron victorias rápidas tanto en el Caribe como en el Pacífico. En el Caribe, las batallas en Cuba y Puerto Rico resultaron en la derrota de las fuerzas españolas. En el Pacífico, la batalla de la Bahía de Manila en Filipinas fue un golpe devastador para la armada española.

El Tratado de París, firmado en diciembre de 1898, puso fin oficialmente a la guerra. Según los términos del tratado, España renunció a su soberanía sobre Cuba, cedió Puerto Rico y Guam a Estados Unidos, y vendió las Filipinas por 20 millones de dólares. Para España, este tratado significó la pérdida de las últimas de sus grandes colonias de ultramar y marcó el fin de su presencia imperial significativa.

El impacto de esta derrota fue profundo en España. La pérdida de las colonias provocó un período de introspección y crisis nacional conocido como el "Desastre del 98". Este momento histórico llevó a una revisión de la identidad nacional y a debates sobre el futuro del país, influyendo en la política, la economía y la cultura española en las décadas siguientes.

Para Estados Unidos, en cambio, la guerra marcó el surgimiento como potencia mundial y el comienzo de su propio imperio colonial. La adquisición de territorios como Puerto Rico, Guam y Filipinas extendió su influencia y presencia global, y planteó nuevas cuestiones sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y su política exterior.

En resumen, la guerra de 1898 representó un revés significativo para España, poniendo fin a su imperio colonial y marcando el comienzo de una nueva era en la política global con la ascensión de Estados Unidos como potencia imperial. Este conflicto no solo redefinió las fronteras y las influencias políticas de la época, sino que también dejó una huella duradera en las historias nacionales de los países involucrados.