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Ejercicicio N° 03

Lesson 3/60 | Tiempo de estudio: 3 Min

El sistema nervioso autónomo interviene principalmente en:

a) La transmisión de información sensorial al S.N.C.

b) Lleva información del S.N.C. a las diferentes partes del cuerpo

c) El funcionamiento de la conciencia y la planificación de las experiencias afectivas

d) El funcionamiento glandular y de los órganos internos

e) El soporte de las actividades complejas como el pensamiento y el lenguaje

Resolución:

El sistema nervioso autónomo (SNA) es una parte fundamental del sistema nervioso en los seres humanos y en otros animales. Se encarga principalmente de regular las funciones involuntarias del cuerpo, que son aquellas actividades que no requieren de un control consciente. Estas funciones son vitales para mantener la homeostasis, es decir, el equilibrio interno del organismo, y abarca aspectos como el ritmo cardíaco, la digestión, la respiración, y el funcionamiento de las glándulas y órganos internos. Por lo tanto, la opción correcta para el ejercicio planteado es la d) El funcionamiento glandular y de los órganos internos.



Para entender mejor el papel del sistema nervioso autónomo, es importante saber que está subdividido en dos grandes ramas: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Ambos sistemas trabajan de manera complementaria para asegurar que el cuerpo responda de manera adecuada a diferentes situaciones.



El sistema nervioso simpático es conocido por preparar al cuerpo para situaciones de "lucha o huida". Cuando te enfrentas a una situación de estrés o peligro, esta parte del SNA se activa, aumentando la frecuencia cardíaca, dilatando las pupilas, y redirigiendo el flujo sanguíneo hacia los músculos, entre otras respuestas. Estas reacciones son automáticas y no requieren de nuestra intervención consciente, lo que permite al cuerpo reaccionar rápidamente ante amenazas potenciales.



Por otro lado, el sistema nervioso parasimpático actúa como un contrapeso al simpático. Se encarga de las funciones de "descanso y digestión". Este sistema se activa en situaciones de calma, promoviendo la relajación del cuerpo, reduciendo la frecuencia cardíaca y facilitando los procesos digestivos. Esta parte del SNA ayuda a conservar y restaurar la energía del cuerpo, favoreciendo un estado de relajación y recuperación.



Además de regular el ritmo cardíaco y la digestión, el sistema nervioso autónomo también es crucial para el control de otras funciones involuntarias, como la regulación de la temperatura corporal a través de la sudoración, la dilatación o contracción de los vasos sanguíneos, y el manejo de la presión arterial. También juega un papel en la regulación de la actividad glandular, incluyendo la liberación de hormonas y otras sustancias químicas esenciales para el funcionamiento normal del cuerpo.



Es importante resaltar que, aunque el SNA opera principalmente de manera automática e involuntaria, algunas de sus funciones pueden ser influenciadas por ciertas prácticas y técnicas. Por ejemplo, a través del entrenamiento en respiración controlada y meditación, las personas pueden aprender a influir en su ritmo cardíaco y en la respuesta al estrés, demostrando que aunque estas funciones son automáticas, no son completamente inmutables.



En resumen, el sistema nervioso autónomo juega un papel crucial en el mantenimiento de las funciones vitales del cuerpo, operando principalmente de manera automática para regular el funcionamiento de los órganos internos y las glándulas. Esta capacidad para regular procesos que no requieren de nuestra atención consciente es lo que permite que enfoquemos nuestra atención en actividades más complejas, como el pensamiento y el lenguaje, que son gestionadas por otras partes del sistema nervioso central. Por lo tanto, la función principal del SNA, como se indica en el ejercicio, es el funcionamiento glandular y de los órganos internos, lo cual es esencial para la supervivencia y el bienestar general del individuo.